¿Quiénes son estos enigmáticos
hijos de Dios que se mencionan en la Biblia?
Es extraño que estos seres mágicos nunca son descriptos con exactitud, de hecho, incluso cuando los ángeles aparecen por primera vez en la historia del patriarca Abraham siguen siendo figuras misteriosas sin ninguna clase de poderes sobrenaturales.
Es extraño que estos seres mágicos nunca son descriptos con exactitud, de hecho, incluso cuando los ángeles aparecen por primera vez en la historia del patriarca Abraham siguen siendo figuras misteriosas sin ninguna clase de poderes sobrenaturales.
Los ángeles vienen como
mensajeros del todopoderoso trayendo una noticia milagrosa para
Abraham: que su esposa Sara, una mujer de edad madura va a tener un hijo.
Cuando Sara ríe incrédula un ángel la visita y habla: "¿Hay algo
imposible para Yahvé? Pues bien, volveré a visitarte dentro de un año y Sara tendrá
un hijo." (Génesis 18.14).
En otro incidente en el libro
de Génesis, uno de los momentos más enigmáticos y perturbadores de
la Biblia, Dios ordena a Abraham que ofrezca a su único hijo Isaac
como sacrificio humano. El patriarca, lleno de dolor, está apunto de cumplir
con la terrible petición del señor cuando de pronto se escucha una voz
desde las alturas: "Entonces el ángel de Dios lo llamó desde el cielo y le
dijo: No toques al niño, ni le hagas nada pues ahora veo que temes a Dios."
(Génesis 22.12).
A diferencia del ángel que
salva la vida de Isaac, hay expertos que creen que es un ángel quién viene a
batallar contra otro patriarca, Jacob, en una de las luchas más misteriosas de
la Biblia. "Y Jacob se quedó solo, luego un hombre luchó con él hasta el amanecer,
el hombre vio que no lo podía vencer." (Génesis 32.24).
Mientras en el Antiguo Testamento los ángeles muestran una relación polifacética con los seres humanos, la conexión que tienen con Dios es también una fuente de controversia. En el libro de Job las escrituras muestran una visión alarmante de la relación entre los ángeles y Dios, sorprendentemente los eruditos creen que reproduce la estructura de poder que existía en esa época. En el libro de Job en la corte de estos seres celestiales conocemos por primera vez a uno de los ángeles más misteriosos y fascinantes de toda la Biblia, su nombre es: Satanás.
Mientras en el Antiguo Testamento los ángeles muestran una relación polifacética con los seres humanos, la conexión que tienen con Dios es también una fuente de controversia. En el libro de Job las escrituras muestran una visión alarmante de la relación entre los ángeles y Dios, sorprendentemente los eruditos creen que reproduce la estructura de poder que existía en esa época. En el libro de Job en la corte de estos seres celestiales conocemos por primera vez a uno de los ángeles más misteriosos y fascinantes de toda la Biblia, su nombre es: Satanás.
Pero esta primera aparición de
Satanás en la Biblia no es como enemigo de Dios sino como su devoto
sirviente. Con el permiso de Dios, Satanás pone a prueba el carácter de
Job al matar a sus hijos y luego entregándolo a la pobreza y a la enfermedad.
Pero Job rehúsa maldecir al Todopoderoso.
Extrañamente, como si
reflejaran el sufrimiento del mismo Job los judíos estaban a punto de caer en una
terrible persecución y conquista.
Los ángeles en exilio
Es el sexto siglo antes de
Cristo los judíos han sido condenados a la esclavitud en Babilonia y a
pesar de esto continúan con sus creencias y esperan la salvación de su
sufrimiento. ¿Por qué pareciera que su Dios los ha desamparado? Durante su
crisis de fe los judíos comienzan su creencia en los ángeles, pues tienen la
esperanza de que en este momento de prueba estos seres milagrosos y
piadosos no los abandonaran.
En las primeras partes de la
Biblia hebrea los ángeles son figuras oscuras, no bien definidas; pero
durante este terrible período de necesidad pasaran por una misteriosa
transformación. Entre los judíos comienza a surgir una literatura donde los ángeles
son descriptos como los heroicos protectores del pueblo elegido.
En las escrituras que
surgieron durante el exilio los ángeles se convierten criaturas de carne y hueso,
más tangibles y más inmediatos que antes; adquieren nombres propios y
personalidades singulares. En el libro de Daniel que describe esta época
problemática el ángel Gabriel es descrito con una intensidad increíble.
"Levanté los ojos y vi. Esto: un hombre vestido de tela de hilo con cinturón de
oro puro, su cuerpo era como de crisolito, su rostro era como el brillo del
relámpago, sus ojos como antorchas encendidas." (Daniel 10.5.
En esta historia que toma lugar en Babilonia el joven visionario Daniel es uno de los favoritos del rey pero Daniel, un exiliado judío, es visto con desagrado en la corte. Sus enemigos engañan al rey para que sentencie a Daniel a una muerte segura. "El rey dijo a Daniel: que tu Dios al que sirves con constancia te libere. Entonces el rey dio orden de traer a Daniel y de arrojarle al foso de los leones". (Daniel 6.16.)
Al día siguiente y para sorpresa del rey Daniel aún está vivo en la fosa de los leones. La sorprendente explicación que dio Daniel fue que vino un ángel y le cerró las bocas a los leones para protegerlo.
En esta historia que toma lugar en Babilonia el joven visionario Daniel es uno de los favoritos del rey pero Daniel, un exiliado judío, es visto con desagrado en la corte. Sus enemigos engañan al rey para que sentencie a Daniel a una muerte segura. "El rey dijo a Daniel: que tu Dios al que sirves con constancia te libere. Entonces el rey dio orden de traer a Daniel y de arrojarle al foso de los leones". (Daniel 6.16.)
Al día siguiente y para sorpresa del rey Daniel aún está vivo en la fosa de los leones. La sorprendente explicación que dio Daniel fue que vino un ángel y le cerró las bocas a los leones para protegerlo.
Para los judíos que vivían
bajo la opresión en Babilonia al igual que para el mismo Daniel la fe en los
ángeles les da la tranquilidad de que no hay crisis superior a la
intervención divina. Durante el período de exilio, mientras los ángeles se vuelven cada
vez más importantes para los judíos, logran adquirir su característica más
extraordinaria, pues, sorprendentemente es durante este período de fuerte
crisis espiritual que en las escrituras los ángeles son dotados con alas.
Buscando una razón para este
atributo mágico los estudiosos han sido llevados a una fuente
improbable, ¿es posible que la inspiración de las alas en los ángeles no haya venido
de la tradición judía sino más bien de los dioses de los babilonios
captores de los judíos?
Para el año 538 a. C., luego
de su penosa experiencia en Babilonia, los judíos logran regresar a la
tierra sagrada. Con su fe en Dios debilitada, buscan renovar su
espiritualidad. De esta búsqueda surge una nueva y misteriosa literatura conocida
como Apócrifa, en ella los judíos que buscan un sustento espiritual
consiguen su inspiración en historias sobre ángeles.
Según los apócrifos y otros
textos místicos de la época, los ángeles han sido dotados de poderes
extraordinarios. Son descriptos como guardianes leales, conocidos como
aquellos que nunca duermen.
Otros ángeles profetizaban la
muerte inminente de los humanos y otros ofrecen sus rezos en nombre de
seres humanos dignos. De todos los relatos míticos de la época de los
apócrifos, tal vez ninguno ofrece una perspectiva tan grandiosa que el libro de
Enoch, aquí el profeta visionario Enoch cuenta sobre un viaje misterioso al
cielo donde ve a los ángeles con toda su gloria infinita. "Vi cien mil
por ciento mil, diez millones por diez millones, una multitud innumerable e
incontable estaba frente a la gloria del señor de los espíritus. Y llegué a conocer
sus nombres, pues el ángel que estaba conmigo me lo reveló."
(Primer libro de Enoch 40.1).
Sorprendentemente mientras
crecía la obsesión de los judíos con los poderes de los ángeles, la
creencia en los seres mágicos que había servido de apoyo para este pueblo
durante sus momentos difíciles de exilio, pronto sería vista como una amenaza
al judaísmo. Con el temor que la adoración de los ángeles pudiera competir
con la adoración de Dios, los rabinos rehusaron incluir el Apócrifo
en el canon de la Biblia, y a pesar de su fuerte oposición, las increíbles
historias sobre ángeles no podían ser borradas.
Estas historias continuaron
hasta el nacimiento del Cristianismo, cuando la creencia en los ángeles
sufriría otra misteriosa transformación.
El Apocalipsis: "Cuando
estaban en Belén, le llegó el día en que debía tener su hijo. Y dio a luz a su
primogénito, lo envolvió en pañales y lo acostó en una pesebrera." (Lucas
2.6)
La llegada milagrosa del
infante Jesús proclamado en el Nuevo Testamento como el hijo de Dios es uno de
los momentos más transcendentes de la cristiandad.
Y misteriosamente, a pesar de
su significado extraordinario, el Nuevo Testamento no hace mención de
la presencia de ángeles en el pesebre durante el nacimiento de
Jesús. A pesar de esta sorprendente omisión, en los siglos posteriores al
nacimiento de Jesús, ha sido imposible para los fieles cristianos imaginar la
natividad sin la presencia de ángeles.
¿Por qué no se hace mención en
los Evangelios de la presencia de ángeles durante el momento mágico en
la natividad? Y más sorprendente aún ¿por qué rara vez aparecen ángeles
durante la historia de la vida de Jesús ¿Es
posible explicar su carencia
con la naturaleza misma de Jesucristo? Por escasos 30 años Jesús anduvo
por la tierra sirviendo como mensajero de la palabra de Dios, fue
proclamado un creador de milagros y un consolador de almas. Como Jesús mostraba la
calidez y la compasión de los ángeles bíblicos, qué necesidad tenían
estos emisarios divinos.
Solo con la muerte de Jesús
comienzan a reaparecer los ángeles. "El ángel dijo a las mujeres:
ustedes no teman, porque yo sé que buscan a Jesús crucificado. No está
aquí a resucitado." (Mateo 28.6).
Desde este momento, cuando un ángel anuncia la resurrección de Jesús, estos seres divinos pasan otra vez por una increíble transformación. Con la muerte y resurrección de Jesús surgió una nueva y vigorosa fe. Los primeros seguidores de la nueva fe cristiana cayeron víctimas de una despiadada persecución por parte de los romanos. Al igual que los judíos buscaron su creencia en los ángeles en sus momentos de sufrimiento, los primeros cristianos también fueron inspirados por ángeles en el último libro del Nuevo Testamento, "el Apocalipsis".
Desde este momento, cuando un ángel anuncia la resurrección de Jesús, estos seres divinos pasan otra vez por una increíble transformación. Con la muerte y resurrección de Jesús surgió una nueva y vigorosa fe. Los primeros seguidores de la nueva fe cristiana cayeron víctimas de una despiadada persecución por parte de los romanos. Al igual que los judíos buscaron su creencia en los ángeles en sus momentos de sufrimiento, los primeros cristianos también fueron inspirados por ángeles en el último libro del Nuevo Testamento, "el Apocalipsis".
En lugar de buscar consuelo en
las imágenes piadosas de los ángeles, los primeros cristianos los
veían como ejecutores de la venganza de Dios, el castigo divino en contra de un
mundo de no creyentes; un tiempo de destrucción inimaginable y
cataclísmico. De pronto, de una manera perturbadora, en el
Apocalipsis, surge en el cielo una turbulenta batalla entre los ángeles. "En ese
momento comenzó una batalla en el cielo Miguel y sus ángeles combatieron contra el
monstruo, al enorme monstruo, al Diablo o Satanás como lo llaman, al
seductor del mundo entero. Lo echaron a la tierra y a sus ángeles con él" (Apocalipsis 12.7).
Aunque el Arcángel Miguel vence a Satanás y sus fuerzas, la tierra tiene tanta
maldad que está destinada a presenciar el terror de los últimos días: El Juicio
Final. "Y soltaron a los cuatro ángeles que esperaban la hora, el día, el
mes y el año, listos para exterminar a un tercio de los hombres". (Apocalipsis
9.15).
De todas las descripciones de los seres angelicales, tal vez las más temibles y misteriosas son las de los que cabalgan el día del juicio: los cuatro jinetes del Apocalipsis. "Se presentó un caballo verdoso, al que lo montaba lo llamaban la muerte.
Y detrás de él montaba otro: el lugar de los muertos. Se le dio permiso para exterminar la cuarta parte de los habitantes de la tierra por medio de la espada, del hambre, de la peste y de las fieras." (Apocalipsis 6.8).
Mientras llegaba a su fin la persecución de los cristianos por parte de los romanos, lo mismo sucedía con el temor de la venida del Apocalipsis. La religión cristiana, antes motivo de persecución, pasó a dominar a toda Europa. Y mientras florecía esta fe, la creencia en ángeles llegó a prosperar como nunca antes entre los devotos.